1. Comprueba la Configuración de la Cámara
Éste, más que para
hacer mejores fotos, es para no hacerlas peores o no estropearlas
completamente. Y es que me ocurre con frecuencia que no reviso cómo tengo la
configuración de la cámara, incluso de sesión en sesión.
Por los modos de
disparo con los que trabajo, suelo tener controlada la apertura del diafragma y
el tiempo de exposición que utilizo en mis fotos, pero hay otros elementos como
el ISO, la compensación de la exposición o el modo de medición de la luz que, por no ajustarlos en cada
foto, hay veces que olvido revisarlos.
Es bueno que te apliques una
disciplina de revisión de los controles de la cámara para minimizar
el número de problemas debidos a una incorrecta configuración a la hora de
hacer las fotos.
2. Vigila el Fondo
Cuando hago fotos,
muchas veces me centro en el elemento principal de la foto y olvido comprobar si
en el fondo de mi fotografía aparece algún elemento indeseado. Estoy tan centrado
en sacar lo que quiero que olvido todo lo demás.
Mi cerebro aisla el
detalle principal del resto de elementos dentro del encuadre en
el momento de hacer las fotos, pero cuando reviso el trabajo en el ordenador me
doy cuenta del error: en muchas fotos aparecen elementos que, lejos de resultar
interesantes, se convierten en molestos elementos de distracción que arruinan
el trabajo.
Por eso, es una buena
práctica el comprobar bien el fondo más allá del centro de interés de
la foto para asegurarte de que no sale nada que no deba salir
en la foto.
3. Rellena el Encuadre
Este es uno de los
principales problemas de quién se inicia en fotografía. Queremos sacar
demasiadas cosas en nuestras fotos, y al final sacamos tanto que no se ve nada.
Muchos expertos dicen que una
fotografía debería tener un único centro de interés. Si al mirar una foto
no puedes identificar claramente cuál es el centro de interés, probablemente la
foto sea mejorable.
Por ello, si dudas entre
incluir o no algo en una foto, la mayoría de las veces lo mejor será no incluirlo. Y para hacerlo,
puedes acercarte más a lo que realmente quieres fotografiar, bien tu mismo o
usando el zoom.
4. Elige el Objetivo
para la Ocasión
Si en tu equipo
fotográfico cuentas con varios objetivos probablemente se te presente este
problema alguna vez. Los objetivos, en función de sus características, suelen
estar pensados para cubrir una temática o una serie de ellas.
Hay objetivos
especialmente aconsejables para retratos, otros para paisajes, otros para macro... Cada uno tiene unas
características que lo hacen muy bueno para esa temática, pero puede que no
tanto para otras, como pueden ser su focal o apertura.
Aunque no tiene por
qué ser una regla inamovible, si usas un objetivo para lo que está pensado probablemente
te de mayores satisfacciones.
5. Los Elementos
Interesantes Pueden Hacer tus Fotos Interesantes
Seguro que te ha
pasado muchas veces que vas con tu cámara y no hay nada que te anime a hacer
una foto, y otras en las que de repente ves algo y desearías llevar tu cámara
encima para poder retratarlo.
Sin duda, hay situaciones y
elementos que merecen ser fotografiados. Con el tiempo sabrás
reconocerlos y fotografiarlos. Y seguro que se convertirán en potentes imanes
de atracción en tus fotos.
6. Entiende la Luz
Todo en fotografía es
luz. El tamaño de la fuente de luz, su ángulo, cómo incide en la escena, son elementos que
determinan completamente el aspecto final de tu foto.
¿Alguna vez has
probado a hacer fotos en una misma ubicación y has visto cómo varía el
resultado en función de la hora del día o la meteorología?
Un mismo escenario al
aire libre a distintas horas del día puede adquirir aspectos
completamente diferentes y unos ser mucho más interesantes que otros, y lo
mismo ocurre con la iluminación artificial. Entender los principios básicos de la luz te ayudarán a elegir mejor
el momento para hacer las mejores fotos.
7. Consigue Sensación
de Profundidad
Vivimos en un mundo
tridimensional que reducimos a dos dimensiones en el momento que hacemos una
foto.
Pero disponemos
de elementos que nos pueden ayudar a trasladar esa sensación
de profundidad en nuestras fotos y devolverle la información de esa
tercera dimensión.
La perspectiva, el uso de elementos en primer plano y las líneas
dentro de nuestra composición son elementos de mucha ayuda a la hora de
conseguir esa sensación de profundidad.
8. Prueba Distintos
Puntos de Vista
Estamos acostumbrados
a hacer fotos siempre en la misma posición: de pie, con la cámara apuntando
hacia delante, formando un plano paralelo al suelo, tal y como vemos el mundo.
¿Te has parado alguna
vez a probar a cambiar el punto de vista? Hacer fotos mirando hacia arriba o
hacia abajo, desde puntos elevados o desde el suelo, pueden dar una nueva
perspectiva a tus fotos más interesante que desde la
posición convencional.
9. Prueba Distintas
Ubicaciones
Hay veces que llegas a
un sitio o ves algo que quieres fotografiar y sin más, preparas tu cámara y te
pones a hacer fotos. No hay nada de malo en ello, pero puede que te estés
dejando mejores encuadres por no analizar la escena y tu entorno.
Muchas veces lo que
hago cuando llego a un sitio que quiero fotografiar es darme una vuelta
buscando distintas ubicaciones para ver desde cual de ellas cuento con
una mejor visión de lo que quiero retratar en mis fotos.
10. Cuida la
Composición
La composición es ese conjunto de prácticas y reglas que
hacen que una foto funcione y otra no. Puede parecer mágico, pero desde tiempos
inmemoriales se vienen aplicando en otras disciplinas del arte. Sencillamente
funcionan.
Si nunca te has
interesado por la composición fotográfica, es un buen momento para hacerlo.
Descubrirás la existencia de reglas básicas que también podrás saltarte y que sin duda
te ayudarán a mejorar tus fotos. (Rodrigruez, s.f.)
Bibliografias:
Rodrigruez, J. L. (s.f.).
Dzoom. Obtenido de Dzoom: https://www.dzoom.org.es/
No hay comentarios.:
Publicar un comentario