Desde hace tiempo está sobre la mesa la
eterna pregunta: ¿puede sustituir la cámara de un teléfono móvil a cámaras
en teoría más avanzadas? A nadie se le escapa que la gran ventaja de usar
un teléfono con una o varias cámaras, como es hoy la tendencia, es que siempre
lo llevamos encima.
Pero a pesar de que las cámaras
de los teléfonos no dejan de sorprendernos por sus avances tecnológicos, hay
algo de trampa en ellas. La primera gran trampa es que al ver muchas fotos que
hacemos en una pantalla de un móvil estas nos deslumbran, pero el resultado no
es tan bueno con frecuencia si esa misma foto acaba viéndose en una pantalla de
gran tamaño o se imprime en un papel de cierto tamaño. Con el vídeo pasa algo
muy parecido.
Se ha comparado que probablemente es el
smartphone mejor preparado para hacer fotos con una Nikon D7200, una réflex muy
popuar entre fotógrafos aficionados e incluso algunos profesionales
Pero la actual generación de los teléfonos inteligentes más avanzados, han
comenzado a incorporar funciones fotográficas que están estrechando las
diferencias a la hora de hacer fotos con una cámara de cierta calidad y la
cámara de un teléfono. Hoy son muchos los que dicen que uno de los mejores
teléfonos para hacer fotos y vídeos es el Huawei P30 Pro , que cuenta con un
sistema de cuatro cámaras que permite abarcar desde un gran ángulo de visión
hasta lograr un zoom óptico de cinco aumentos.
Además, a nuestro juicio incorpora
los mejores algoritmos que hemos visto para simular la profundidad de campo
reducida, que permite centrar la atención enfocando sólo un área de la imagen
para que no todo se vea nítido. Como sucede con la mayoría de las cámaras de
los teléfonos del mercado. Esa es precisamente una de las grandes ventajas que
ofrecen muchas cámaras de objetivos intercambiables y algunas, pues debido al
tamaño de sus sensores de imagen, combinados con el objetivo que usemos, no es
necesario simular este aspecto mediante software.
Los resultados son notables
en el caso del Huawei P30
Pro. Que se acerca por su zoom, calidad de imagen y control de la
profundidad de campo a la Nikon D7200 .
Pero, solo se acerca. Hemos observado que el control por software en el
teléfono del área enfocado a veces produce más ruido del que sería aconsejable.
Además, sigue produciendo algunos fallos en ese sentido.
Por otra parte la resolución
de la Nikon es mucho más alta (24 megapíxeles, pues el Huawei cuenta con 40
pero para obtener una buena calidad de imagen es mejor reducir el tamaño a 10
megapíxeles), el ruido se controla infinitamente mejor cuando se usan
sensibilidades ISO elevadas con la réflex. También el enfoque nos parece mucho
más acertado, lo mismo sucede con la ergonomía y la posibilidad de usar un
flash de calidad. El único apartado en el que despuntafrente avesta réflex en
concreto el Huawei es al grabar vídeo.
Pero lo cierto es que este
teléfono puede ser suficiente para los que quieren hacer fotos con un aparato
versátil y que da buena calidad de imagen con escenas a plena luz del día o con
una luz media, como la del atardecer o en ciertos interiores. Pero no debemos
esperar los mismos resultados que se obtendrían con la inmensa mayoría de
cámaras de objetivos intercambiables, incluso las más básicas, o las cámaras
compactas de gama media o alta. Aunque las diferencias, eso sí, entre las
cámaras móviles y las tradicionales se están acortando cada vez más. De eso no
hay duda. (LA VANGUARDIA, s.f.)
Bibliografias:
LA VANGUARDIA. (s.f.). Obtenido de
https://www.lavanguardia.com/tecnologia
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